Y vivir para contarlo

De la serie de Maternar, 2/3:

Conozco a una mujer hermosa, por dentro y por fuera, que sobresale en todo lo que hace. Pero, sin duda alguna… destaca como mamá. Yo conocía la historia de Laura muy superficialmente, algunos detalles apenas. Sí sabía, sin embargo, que a ella la crió su hermana mayor, Vero. En mi intención de homenajear a estas personas que han logrado maternar de formas atípicas, busqué a Vero para conocer su historia a través de sus ojos.

Vero, ¿cómo le hiciste? Tenías 23 años, a un mes de casarte y comenzar tu vida, cuando quedaste a cargo de tus 5 hermanos menores, dos de ellas afectadas por un accidente.

Vero, ¿cómo le hiciste? En un mismo instante perdiste a tu madre y te convertiste en quien debía maternar, de ese momento en adelante, a esos 5 chiquitos.

Vero, ¿cómo le hiciste? Educaste la infancia y luego la adolescencia de todos ell@s, entre casas y ciudades distintas. Intentando también formar tu propia familia a la par.

Pero Vero, ante todo, y escuchándote… ¿cómo le hiciste para hablarme de todo esto con amor, con orgullo, con emoción, con nostalgia? ¿Cómo le hiciste para que en todo lo que escuché, no permeara un solo indicio de resentimiento, de victimización, de justificación?

Me queda claro, Vero, que maternaste de verdad. No sé cómo, pero te entregaste a ese papel y no sólo lo cumpliste, trascendiste. Volcaste tu corazón a tu corta edad, seguramente con infinitas dudas e inseguridades y miedos y ahora, más de 30 años después, ves a tus herman@s, a Laura, y te llenas de orgullo por ellos.

Ves a Laura, con su magnánima forma de maternar, de entregarse, de dar todo lo que seguramente algún día temiste que le faltase… y mírate con esa sonrisa.

Recogiste lo que sembraste. Maternaste.

A tod@s quienes maternar llega como explosión y sin aviso, y que se ponen la camisa sin voltear atrás. Gracias por todo.

-Ana.