Luchar para maternar

De la serie Maternar, 3/3.

A veces tienes 48 horas para preparar la llegada de tu hijo.

Hay una familia que nos visita en Montacometa desde hace años… primero como pareja, después como papás, y acá nos volvimos fans de su energía y calidez:

Baby y Jorge soñaron por muchos años. Soñaron que juntos se convertirían en papás. Jorge, un artista musical en pleno apogeo… Baby su fiel compañera diseñadora. Jamás imaginaron que el camino para tener a su bebé en brazos sería tan difícil ni tan largo. Jamás dudaron, tampoco, de su esperanza y compañía.

Entre tours, guitarras, música,, tratamientos, y pérdidas…la posibilidad de adoptar se convirtió en una opción y comenzaron a explorar ese camino. Se abrieron puertas, se acercaron personas, se dieron cosas que no se veían venir y que fueron forjando ese nuevo destino.

10 años después de haber iniciado esta búsqueda… una noticia inesperada tocó su puerta: en dos días podrían conocer a su hijo, un niño hermoso de 5 meses.

Una locura - ¿Cómo prepararte para el sueño más grande de tu vida en 48 horas? Lanzarte cual novato a comprar todo lo que se te ocurra para la llegada de un bebé. ropa, biberones, juguetes, pañales… “a la madre, y dónde va a dormir?” (palabras textuales de Vero, jaja)... se pusieron a desmontar su cuarto de TV para poner una cuna, “comprando y arreglando y con una emoción y sensación demasiado rara, seguro algo como antes del parto.”

Llegó el momento: les presentaron a su hijo. Un niño de ojos enormes, hermoso. Se miraron, se enamoraron. Instantáneamente y desmesuradamente, sí, se enamoraron. Se abrazaron… al fin juntos, como si la vida hubiera sabido siempre que este desenlace de maternidad fuese para ellos: Baby, Jorge y Dante.

Esa noche en casa, con ese bebecito tan deseado, su recorrido de años y de esfuerzos como familia cuadró al estar juntos. Todo hizo sentido y todo valió la pena.

Así es la maternidad - no entiendes nada hasta que entiendes todo.

Esta es la historia de maternar a su sueño por maternar, Baby, Jorge.
Dante lo agradecerá por siempre.

-Ana.