El Grinch que nos posee cada Navidad
Fuertes declaraciones: Me atrevo a decir que, cada Navidad, al menos una de mis hermanas/socias o yo nos vemos invadidas por pensamientos de autosabotaje al pensar en abandonar Montacometa.
Así es. Irnos. Cerrar el changarro. Darle vuelta a la página. Irnos al monte. Finito.
Son épocas de alto estrés y demanda, la convivencia familiar se ve amenazada, los errores se vuelven más notorios, la ciudad caótica, la clientela desesperada, metas inalcanzables… todo suma a que, aunque sea por segundos, cada una hayamos entretenido la idea de darle la espalda a lo que con mucho esfuerzo hemos construido en familia por los últimos años. Al acercarse cada una a ese abismo y confesar los pensamientos obscuros que han tomado control de su cabeza, siempre ha habido una luz: una de nosotras le ha entrado al quite.
Primero, con unas cachetadas a la hermana potencialmente desertora (no literalmente, pero ganas no faltan a veces). Segundo, con palabras de aliento y la empatía que solamente alguien que verdaderamente te ama puede lograr musitar desde lo más hondo de su voluntad. Y por último, con un brownie recién horneado a cualquiera se compra ;) .
Han sido muchas las ocasiones en que, ya viendo ese momento desde otro ángulo y con cabeza fría, no quepo de agradecimiento con la hermana que en ese momento fue la fortaleza y ecuanimidad que a mi me faltó. Y siempre, siempre ha valido la pena.
Es bonito conquistar la ola Navideña de la mano de tus hermanas. Sobre todo cuando sabes que significa llegar a la calidez de tantos hogares en forma de postres ;) .
Sin miedo, que aquí siempre tendrás manos.
-Ana Gaby.
1 comentario
Siempre hay momentos en que nos sentimos cansados, desilusionados y fastidiados, pero igual que ustedes valoro muchísimo a las personas que nos apoyan y no nos dejan rendirnos. Que bueno que ustedes no lo han hecho porque podemos seguir disfrutando de todo lo delicioso de Montacometa!!! 🤍🤍🤍❄️