Cómo ser madre nos da en la madre

A mi no me engañan. Ser madre me dio en la madre desde el segundo en que mi primer hijo cruzó a este plano terrenal. Nadie te lo dice para que te cruces de bando, pues no hay vuelta atrás - pero en cuanto te conviertes en madre, o al menos amas como una, estás frita.

Una parte de ti vive allá, afuera, en la intemperie, encarnada en un suave cuerpecito y expuesta a los elementos y los dolores y los miedos que la vida nos ofrece día a día. Otra parte de ti, por siempre vulnerable a manitas y besitos y lágrimas y caricias y miradas que te derriten en un milisegundo y logran convertirte en mantequilla hasta en tu más estoica versión. 

Expuesta siempre a que un par de palabritas con esa voz tan dulce sean suficientes como para hacerte un nudo en la garganta y revolver tu estómago y empapar tus ojos con tan sólo imaginar la idea de que nada de esto va a durar. Aceptar la idea e intentar perdonarte a ti misma por lo egoísta que eres al no querer que ese humanito crezca y vuele y te deje sola con tu nostalgia y todos esos años que inútilmente intentaste apretar y capturar y se te fueron como agua entre los dedos, indiferentes a tu lucha por congelarlos y poseerlos por siempre. Todo esto de forma contraintuitiva, pues nunca te pertenecieron y sabes que te toca dejar ir. 

Al ceño fruncido con el que te descubres cada que haces introspección y dudas de tu salud mental al imaginar el dolor que infligiste a tu propia madre al crecer, madurar, independizarte. Al pensar que esto no es más que karma y estuviste condenada a sufrir esta nostalgia anticipada desde que firmaste con sangre al más enorme y formidable placer que esta vida puede ofrecernos - el de amar como madre, por el resto de tus días.

Madres... este 10 de mayo no es más que un día para conmemorar lo que nos mueve segundo a segundo - nosotros les preparamos un Pastel Amanecer, inspirado en el nacimiento de cada día, en lo efímero de los momentos que nos regalan nuestros hij@s, y en lo único y especial que es cada amanecer, como lo es la forma de amar de cada madre. 

Que nos sea leve y nos sea precioso y nos hagan llorar y nos hagan reír y agradecer amar con tanta plenitud.

Feliz día de las Madres,

Ana Gaby.