¿Cómo no perder nuestra esencia en el intento?

Me escribió Ana Gaby para hacer un texto para el Blog de Montacometa, dije que sí encantada, iniciamos los dos proyectos casi al mismo tiempo, hemos colaborado y nos hemos enfrentado a retos similares, veo a Montacometa como marca hermana… Le pregunté sobre qué quería que escribiera, aventó la carta al aire, ¿qué te parece sobre no perder nuestra esencia en el intento? Dije ¡Va! Rápido me di cuenta que no perder la esencia ha sido sumamente difícil, especialmente en un mundo dominado por las redes sociales y la inmediatez. 

Empecé por repasar los valores que he mantenido en todos mis proyectos y sobre los cuáles construí Unelefante, valores que además comparto con las Montacomenta: producción artesanal en pequeños lotes, materiales de calidad, generar empleo dando prioridad a mujeres, especialmente a aquellas que viven en situaciones vulnerables, sueldo justo y condiciones de trabajo dignas y flexibles, cuidado del medio ambiente y poner como prioridad a la familia. Cuando vas sumando, se vuelve complicado crear productos y mantener el barco a flote, pero estos retos son estímulos que me motivan y además forman la propuesta de valor de la Marca.

Empecé Unelefante hace 10 años, los inicios siempre son increíbles, el proceso creativo es libre y sumamente personal, todas tus historias, enseñanzas, mundos imaginarios, incluso tus demonios, se entretejen para dar vida a tu proyecto. Pasas horas experimentando y durante la noche, en medio de un sueño abstracto, resuelves algo que no te dejaba avanzar. Vives en un proceso creativo que te mantiene en un delicioso high. Pero pasan los años y un día te das cuenta que la mayor parte del tiempo la pasas operando y apagando fuegos. Llega la competencia desleal que solo copia y para nada comparte tus valores, la cadena de suministro está jodida, hay que pagar todos los impuestos: IVA, ISR, IMSS, Infonavit, ISN… Las ventas parece que se subieron al subibaja del parque Mississippi antes de la remodelación. Y además de todo, el pinche algoritmo de Meta no sabes si es tu aliado o tu enemigo número uno. Antes abría libros de arte y repasaba biografías de artistas y sus obras, ahora repaso métricas y todo quiere ser un KPI: ROAS, CPC, CTR, CVL, CAC. Y no lo es todo, por sobre todas las cosas soy mamá de un adolescente, lo que significa: TODO lo que significa.

¿Y cómo no perder la esencia?

En mi caso, el camino ha sido muy largo y difícil porque la verdad es que cuesta un chingo estar bien y no perderse en el intento, pero sí, sí vale la pena. La clave: mi salud mental. Después de horas y horas de psicoanálisis con Cecilia, de leer a @gabormate @peterlevine @estherperel y la lista sigue… descubrí que la felicidad no es lineal y tampoco es una meta, la felicidad es un paréntesis, un paréntesis que puedes construir sí y solo sí tienes una conexión con tu ser más auténtico. Una estricta rutina me permite reconectarme y crear estos paréntesis. Dormir 8 horas, cocinar y comer saludable (carbohidratos incluidos), consumir poco alcohol (o casi nada), hacer ejercicio, leer y escuchar podcasts, hacer montaña y escalar, cuidar mis plantas, pasear a las perras, seguir creando, ir a terapia, mantener una red sana de amistades, cuidar y abrazar mucho a mi hijo. Todo esto, todas las semanas, o de lo contrario: adieu.

Sumo las siguientes recomendaciones de una entrevista de @richroll con @arthurcbrooks sobre cómo mantener una exploración espiritual: practica tus valores, lleva una práctica de contemplación (que puede ser meditar, caminar en el bosque, es muy personal) y lee o escucha sabiduría, esto es, rodéate de personas más sabias y que te aporten reflexiones más profundas que las tuyas.

Y la cereza del pastel: flexibilidad mental. 

¡UNELEFANTE + MONTACOMETA 10 AÑOS MÁS!