Un pequeño paso a la izquierda
Dando seguimiento a lo que les platiqué sobre querer invitar a personajes con cosas interesantes qué decir… comenzamos con Alejandro de la Sociedad Mexicana de Parrilleros. Si por aquí, entre nuestros lectores, hay aficionados a la parrilla y al fuego, por favor manifiéstense … me interesa conocerlos. Va.
Caminé hacia el otro lado. Mismo sendero nuevos caminos
Horas antes de escribir esto salí a caminar como casi todos los días muy temprano en la mañana. Antes de que amanezca salgo de mi casa con audífonos y me pongo a escuchar libros, algunas veces acompañado de uno de mis perros pero en esta ocasión como era muy temprano (4:30 am) decidí que sin ellos, por que luego se ponen a ladrar y pueden despertar a los vecinos y más tarde en el chat de WhatsApp van a andar chingando de quién andaba en la calle tan temprano con un perro ladre y ladre; es pura madreada y buena vibra con los vecinos pero hay que respetar sus horas de sueño que son muy apreciadas por ellos por que ya están viejillos ajajajaja (lo bueno es que no leen este newsletter, al menos eso creo); Bueno, a lo que iba es que salí de la casa y siempre agarro hacia la derecha, pero hoy por una extraña razón decidí caminar hacia la izquierda; vivimos en una colonia y nuestra casa está en medio de una calle, entonces no importa si tomas la derecha o la izquierda, como quiera tiene salida. El haber hecho esa pequeña acción tuvo un efecto ya que a mitad de camino en lugar de seguir derecho como siempre lo hago le di a la derecha, y como ya tengo bien medido el tiempo que me toma estar en ese punto, y en teoría tomé un atajo volvió a causar otro efecto más adelante en mi caminar; donde siempre me detengo para darme media vuelta y regresar a casa, tomé la decisión de seguirle derecho, voltear hacia la izquierda y pasar un arroyo que nunca había cruzado.
Al pasar el arroyo empecé a ver casas, vi unos árboles muy grandes, frondosos y hermosos, precisamente porque les llega mucha agua del arroyo, vi una escuela primaria llamada Francisco I. Madero y me pregunté por qué casi todas las escuelas de barrio se llaman así o Benito Juárez, luego vi que la calle se llamaba igual que el nombre de la escuela y dije “ahhh, pues por eso”. Pasé por una casa/carnicería que vendía pollo marinado, flecha, porter house, aguja de rancho, ribeye y se me antojó hacer una carnilla más tarde con los vecinos. Luego me topé con una barda gigante de piedra que a un costado tenía el nombre de la quinta, se llamaba Loma del Pedregal y si era una quinta inmensa conformada por una loma o varias lomas más bien, con una cancha de futbol, alberca, la casa, palapa, palmeras, árboles, candiles, como que vieja pero muy bien cuidada y limpia excelente para hacer un pedón bruto.
Seguí caminando y llegué a otra quinta, y otra y como ya estaba amaneciendo revisé el reloj y vi que ya había pasado casi una hora y media desde que salí de mi casa decidí volver. En eso abro el Google Maps para ver en dónde andaba y pues sí estaba muy lejos- yo pensando que podía regresarme tomando otro camino, el buen Google me dijo que sí pero que me iba a tardar mucho. Como ya había luz de día, vi movimiento de personas yéndose a trabajar, unos chihuahueños me empezaron a ladrar, vi a un papá despidiéndose de su hijo que ya estaba sentado en uno de los pupitres de la escuela primaria Francisco I. Madero (que por cierto está muy jodida, ya veo por qué se les quitan las ganas a los huercos de ir a la escuela). También vi a una mamá llevando a sus dos hijos de la mano, me imagino que iban a la misma escuela porque traían sus mochilas y todo, los saludé pero no me saludaron -como que les dí miedo- me perdí de nuevo un par de veces pero finalmente llegué a casa.
Y bueno - se preguntarán qué tiene que ver esto con Montacometa y por qué estoy escribiendo aquí, ahí les va
Mi nombre es Alejandro Gutiérrez Dávila y soy cofundador y presidente de la Sociedad Mexicana de Parrilleros, empezamos mi esposa y yo esta aventura hace 10 años y desde ese entonces sé que existe Montacometa. Hace unas semanas, Ana Gaby y yo platicamos para ver qué hacíamos en conjunto; conocí más del proyecto de Montacometa y quién está detrás de la marca, sus inicios, sus sueños y la gran familia que son. Hace unos días nos juntamos en uno de los capítulos de la SMP a cocinar, creemos que si vamos a hacer una colaboración hay que hacerlo bien y qué mejor que cocinando juntos.
Desde las 9 de la mañana prendimos asadores, y yo me dispuse a cocinar platillos salados como un porterhouse de 2 pulgadas con pura sal. Hicimos también un vacío que es un corte de los músculos planos de la res que se encuentra entre las caderas y las costillas muy famoso en Sudamérica, hicimos una salsa de piquín con mostaza Dijon y los juguitos del reposo de la carne el cual llamamos “el chuky”, hicimos otra salsa en molcajete de chile jalapeño rojo en crudo con ajo, limón y sal y cuando me preguntan qué lleva y cuando les digo no la creen pero acuérdense que menos es más.
Sacamos unos chamorros de cerdo, costillas baby back y costillas San Luis con una vinagreta con balsámico, miel de abeja SMP, romero y ralladura de naranja - por cierto, esta receta de la vinagreta quedó buenísima y salió en 15 segundos preguntándole a Tere y Adriana qué ponerle a las costillas.
La idea era hacer una carne asada “normal” con postre, y ya se podrán imaginar las delicias que Montacometa hizo y del agasajo que nos aventamos. Probamos un pan de elote con mousse de queso crema , un crumble de manzana, una salsa tipo barbecue (a base de toffee) con chiles rojos muy picosa pero muy buena, como para mezclarla con cosas saladas- también hicieron galletas, empanadas de ate con queso y otras de guayaba con gloria que estabaaaaan ajajajaj, empanadas de fresas con vinagre balsámico y una botana dulce a base de cereal crocante delicioso.
Hago la analogía y comparación de mi caminar en la mañana con lo vivido con Montacometa ya que siempre supimos uno del otro y es hasta ahorita que nos conocimos, debo de admitir que yo no soy tan dulcero pero poco a poco he descubierto que sí me gustan ciertos sabores y es fantástico. O como cuando vamos a un restaurante y siempre pedimos lo mismo, o el atreverse a cosas nuevas en la vida desde probar una comida, un ingrediente o un postre; desde la simple acción de dar un paso a la izquierda en vez de a la derecha, yo descubrí qué hay toda una comunidad muy pintoresca con parques, ríos, iglesia, escuela, plazas, comercio a solo 25 minutos de mi casa que por más de 6 años que llevo viviendo aquí desconocía.
Le agradezco a Ana Gaby por haberme mandado ese mensaje hace unos cuantos meses ya que he conocido gente muy talentosa con pasión por el mundo, la vida y por lo que hace, por que he descubierto nuevos sabores, recetas, historias y lo más emocionante es lo que viene en conjunto… y todo empieza con un pequeño paso al a izquierda.
EL FUEGO NOS UNE
Alejandro Gutiérrez Dávila
1 comentario
Un enorme honor Alejandro! Por muchos pasos más a la izquierda 🙌🏼