El fin de nuestra galleta estrella

Suena a autosabotaje, ¿no? El eliminar a la galleta que más ventas nos ha generado, a la que más clientes ha llamado, a la más universal... decir adiós a nuestra galleta chocochip va a doler. 

En agosto (no estamos seguras del día, extrañamente) cumplimos 9 años de Montacometa. Muchas cosas han cambiado, bebés han nacido, el equipo ha crecido, y cómo hemos aprendido. Sobre todo a que le debemos todo a nuestros clientes y a nuestro equipo. Hay productos que tienen con nosotros desde ese día en 2014 en que abrimos nuestras puertas, y uno de ellos es nuestra galleta chocochip.

Decenas de miles de galletas vendidas después... se preguntarán ¿por qué? ¿Por qué acabar con un producto tan noble y remunerador? Es sencillo - por mejorar. ¿Se vende bien? Sí. ¿Se ve bien? Sí. ¿Sabe deliciosa? Sí.

Pero queremos más.

Coincidimos mis hermanas/socias y yo hace no mucho que esta galleta en particular ya no nos generaba la felicidad que en algún momento nos dio. La receta había sufrido, con el transcurso de los años, una serie de cambios que aunque le permitió subsistir en nuestro menú... dejó de ser mágica. Lo aceptamos. Esa chispa que buscamos en cada migaja... la perdió en el intento. 

Así que GRACIAS, galleta chocochip. GRACIAS por permitirnos seguir creciendo mientras te explotamos en ventas, gracias por atraer a tantas caras hermosas y almas lindas que ahora son clientes fieles y que apreciamos. Gracias por enseñarnos tanto sobre la evolución y el desarrollo de productos en un negocio familiar. Pero es hora, galleta, de darte lo que desde hace tiempo ya te merecías: un upgrade espectacular, que llegó para quedarse. Descansa en paz, querida, que reencarnarás en algo maravilloso. 

Con ustedes, lectores, les devolvemos el tamaño y textura original de nuestra galleta. Más crocante, más chewy, más irresistible que nunca. 

Por favor, opiniones, pues añoro saber qué les depara su destino galletón. Gracias por ser parte de nuestra historia por tantos años. Nunca nos dejen dejar de mejorar.

- La familia Montacometa. (y Ana)

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