Sacar la casta en nombre de la resiliencia

Marzo 5, 2020.

La ciudad comienza a apanicarse ante una posible cuarentena
por una pandemia inédita para nuestra generación.

Mi esposo es (casi) paciente cero de COVID en Monterrey… por lo que debo encerrarme.
Hago algunas vueltas preparándome para 15 días de aislamiento absoluto, tenemos una pequeña junta Adriana y yo en la tienda junto al carpintero para que, ipso facto, nos fabrique mesas con cubierta de cristal y cajones (versus las anteriores que mantenían nuestros postres al intemperie, algo inconcebible hoy, dos años después).

Tere se queda varada (pobrecita) en Vallarta. Marce tiene recién nacido y se encuentra,
de igual forma, protegida y encerrada.

Recae en Adriana y en mí el decidir qué hacer con Montacometa ante la incertidumbre y el caos que se avecina. ¿Cerramos? ¿Sería lo más fácil y responsable? ¿Cuántos meses podremos sobrevivir sin ventas? ¿Y nuestra gente? Se lo debemos.
Lo pusimos en sus manos - la respuesta unánime fue:

Nos encargamos (particularmente Adriana) en convertir Montacometa en la versión de negocio más rentable que habíamos visto hasta ese momento, eliminando ciertos productos, conservando los best sellers, reduciendo costos innecesarios en esa nueva normalidad, eficientando procesos, perfeccionando nuestro propio servicio a domicilio, activando una tienda en línea… sin saberlo, convertimos la versión Montacometa 2.0 Pandémica en la mejor estrategia y en el año más rentable de nuestra historia.

La teoría de Darwin… llevada a su máxima expresión por madres preocupadas por el bienestar de su familia y de sus colaboradores.

Este mes hemos honrado a mujeres que han sabido vivir el cómo sí
- y Montacometa como proyecto no se queda atrás.

:) Proud momma.

-Ana.